Mira la foto de portada. Fíjate en la mueca de Joaquín frente a la cámara del inigualable Miguel Trillo. Y ahora define actitud. Hay gente que nació para estar en el sitio adecuado, en el momento justo. Joaquín Rodríguez pertenece a ese club. Vivió en primera línea la explosión incontrolable de la Movida Madrileña y, enrolado en Los Nikis, tiró de bajo y desparpajo para grabar discos llenos de canciones urgentes e inolvidables. También bebió, bailó y se codeó con Alaska, Jaime Urrutia o Jesús Ordovás, quien en un inspirado prólogo reconoce que él tampoco tiene ni puta idea de música.
Poco dado a la nostalgia, Joaquín ha seguido ligado a la escena punk-pop nacional, ya sea tocando en Los Acusicas, haciendo fotos en conciertos o produciendo discos de grupos emergentes. También vuela; es piloto de Iberia. Y entre viajes, simuladores, actuaciones esporádicas y alguna que otra faena al F.C. Barcelona, ha encontrado tiempo para dar forma a este volumen, una especie de memorias camufladas como manual para debutantes, lleno de anécdotas memorables, fotos imposibles, consejos que nadie ha pedido y humor inteligente. El libro es tal y como te lo imaginas: irreverente, desmitificador y acelerado. Y divertidísimo. Una última advertencia: no tener npi de música y leer este ejemplar son rasgos de sabiduría que jugarán a tu favor, pero no te convertirán en músico. Pon un poco de tu parte. No aceptamos devoluciones.
144 páginas – 40 imágenes –Tapa dura – Color
Prólogo de Jesús Ordovás